VENDER UNA CASA HEREDADA EN CANTABRIA

(Ilustración Alberto Martirena)

 

En los dos últimos años, muy probablemente achacable a la pandemia por la COVID-19, España ha registrado un exceso de mortalidad. Según los datos oficiales, cuadriplica las cifras normales, que eleva a 3.000 el número de decesos no esperados.

Una oportunidad para los más lanzados

Muchas veces el término heredado no es sinónimo de “chollo”. A parte del temido Impuesto de Sucesiones y Donaciones y otros hay que añadir los gastos por el mantenimiento y posesión de la vivienda… es necesario sumar cada año el pago del IBI, tasas de basura, gastos de comunidad, derramas, suministros de luz, agua, gas… o tener que realizar determinadas reparaciones… Aspectos que muchas veces no hacen más que crear conflictos entre los herederos, muy especialmente cuando son muchos los implicados. Está el que no paga su parte de los gastos, el que lo quiere vender, el que “no lo quiere regalar”, el sentimental que “le da pena”… el que no tiene prisa… un largo etc.

Consejos para vender bien una casa heredadada en Cantabria

Si te encuentras en esta situación te damos unos TIPs para tomar las riendas de la situación y que no sea una locura.

 

1. La herencia

Primerísimo… “Los papeles”, la mayoría de nuestros clientes cuando entran a nuestra oficina nos aseguran que “han hecho todos los papeles y han ido al notario”, la realidad es que pocos han hecho los todos los deberes… Para vender una vivienda es imprescindible haber aceptado previamente la herencia y ser el titular legal de la misma. En algunos casos, y depende bastante de la Comunidad Autónoma, la deuda que conlleva la herencia es superior a todos los bienes y derechos del fallecido, por lo que es más rentable para los herederos rechazarla o recibirla con lo que se conoce como a beneficio de inventario.

 

2. Consenso en qué hacer con la propiedad herededa

Una vez se es titular de la propiedad, es necesario decidir cuanto antes, y entre todos los herederos, que se desea hacer con el inmueble: alquilarlo, venderlo, o la opción menos rentable… dejarlo tal cual está, cerrado. Depende de la situación de cada uno y de cada inmueble en particular pero tanto si el destino de la vivienda es el alquiler o la venta nuestra recomendación es que se aborde el tema cuanto antes.

 

3. Lavado de cara

La mayoría de las viviendas heredadas suelen ser de personas mayores, es muy frecuente que ofrezcan un aspecto poco atractivo para los jóvenes compradores y que necesiten distintas reparaciones. En muchos casos, un pequeño rejuvenecimiento a base de pintura, limpieza exhaustiva, retirar enseres y muebles en exceso y por supuesto el tapete de ganchillo de la tele o incluso hacer una sesión de home staging, son cosas que mejoran enormemente el aspecto de la vivienda y permite visualizar mejor todas las posibilidades de la misma y consiga ser más atractiva para los posibles compradores.

 

4. Poner el precio correcto

Como recalcamos para cualquier inmueble, las viviendas que salen con un precio por encima del adecuado, se terminan vendiendo por debajo de su precio, no es bueno, y esto, que para un particular es una mala operación, cuando se trata de repartir entre varios familiares, suele ser además, el origen de numerosos roces y discusiones que en muchos casos llevan a algunos a rebajar drásticamente el precio del piso para salir lo antes posible del problema. Hay que valorar la casa según lo que marca el mercado, no según el cariño que le tengo o según “lo que yo me quiero llevar” y para ello nada mejor que ponerte en contacto con un profesional. Las inmobiliarias tenemos preparación para tasar viviendas, sabemos los datos reales de venta, no las ilusiones de un propietario pidiendo cosas irreales en un portal de venta… Se trata de conseguir vender no de poner en venta…

 

5. Mejor acercar posturas y ponerse todos de acuerdo.

Evitar que uno de los herederos quiera vender la casa en contra de la voluntad del resto y lo haga sin el acuerdo conjunto. En este caso no se trataría de repartir la herencia sin acuerdo, sino de vender un bien común sin el acuerdo de todos los propietarios. La salida más frecuente a este problema es, o que el resto de herederos le compren su parte, o que uno de los herederos pueda hacerlo a un tercero. En este último caso será necesario recurrir a una solución judicial que buscará dividir físicamente el piso heredado si es posible. Y si no, pondrá a la venta el inmueble mediante un sistema de subasta pública, que hará que precio de venta sea generalmente inferior al del mercado.

 

Nuestra recomendación a todas las personas que se encuentren en una situación similar, es que se informen rápidamente y se dejen asesorar por un asesor inmobiliario especializado  con el objetivo de coordinar la operación y no malvender una propiedad evitando roces con incómodos con familiares.